4.000 marcas de vino en España

Las marcas de vino español están creciendo sólida y rápidamente. En un mundo en el que los consumidores son cada vez más accesibles y la competencia se hace feroz, las marcas tienen un papel esencial

El vino en el mundo se consume más y mejor, aunque por consumidores cambiantes, donde jóvenes y mujeres cobran un papel predominante.

En grandes líneas, se van perfilando dos grandes grupos de consumo: el de los vinos premium, particularmente en hostelería y tiendas especializadas, y el de gran consumo, para personas que quieren disfrutar de un buen vino, posiblemente fresco y a buen precio.

Los productores se enfrentan al reto de hacer que su marca sea reconocible y apreciada.

En el caso de España el vino es uno de los sectores más valorados en términos «made in».

El vino español es uno de los embajadores de los productos y servicios españoles en el sector.

Vino vs. Cerveza

Los nuevos competidores ya no son vino

Estamos en un entorno competitivo brutal y atomizado donde destacar entre la inmensidad y complejidad es cada vez más difícil.

Las marcas de vino están viviendo el intento de rejuvenecimiento para captar nuevos públicos. Las cervezas están haciendo lo contrario: nuevas cervezas artesanales están entrando en los hogares consecuencia del fenómeno global «Do It Yourself» (DIY).

Por otro lado la oferta comercial de las grandes cerveceras es cada vez más rica: cervezas envejecidas en barrica, cervezas de añada, cervezas de mixtura, de elaboración artesana, de doble lúpulo,..

Se trata de posiciones antagónicas que buscan desestabilizar al contrario.

Cooking

El fenómeno «Cooking» se consolida en España consecuencia de la pasada crisis y los programas televisivos de gastronomía.

El creciente interés por los maridajes nuevos han empujado al consumidor probar nuevos sabores: ginebras para el Sushi, Albariños salados para la carne, Sake pera pescados,… lo tradicional ya no significa serio.

El reto hoy pasa por conectar con perfiles más jóvenes y no solo de target masculino.

Un dato en USA en 2016, el 50% del consumo del vino lo protagoniza el publico millenial.

5 consejos para adaptarnos a los nuevos tiempos sin perder nuestros valores

1.La importancia de significar

si nos presentamos siguiendo los clichés clásicos no destacaremos pues «Lo que no es diferente es indiferente»

2. Piensa en todos tus públicos

Es importante tener una marca equilibrada que conecte con el mayor rango de público objetivo.

Cuando se construye una marca hay que tener en cuenta audiencias dispares, hombres y mujeres, jóvenes y adultos,…

3. Honrar el pasado celebrando el futuro

No debernos confundir el reposicionamiento de una marca con querer ser modernos de golpe.
Debemos proponer una promesa de marca creíble.

4. No disfrazarse

La coherencia en la construcción de la marca es fundamental siendo fieles a nuestra herencia.

Al consumidor no le gusta que le engañen. Si eres una nueva marca pero te disfrazas de clásica despertarás recelo. Del mismo modo si eres una marca clásica, con botella y etiqueta elegante y un buen día haces comunicación rompedora no serás creíble.

5. Conectar para entender

Un consumidor cansado de que le hablen como si fuese un enólogo demanda que le hablen en sus propios términos.

Traducir el lenguaje técnico de la enología es hoy clave para llegar al público.

Vino para gente que no bebe vino

Los nuevos públicos mandan; se imponen los vinos jóvenes, blancos y claros, que se toman frescos.

Bodegas centenarias están lanzando vinos muy expresivos para estos públicos femeninos y jóvenes.

Todo ello sin perder de vista la calidad. Imágenes nuevas que atraen por el packaging y la gráfica. Naming que invita a la experiencia. En definitiva los productores de vino han de saber que su producto no es vino embotellado sino que son vendedores de felicidad, sus vinos serán testigos de los buenos momentos de la vida.