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Más allá de la profunda crisis económica de los últimos diez años, parece que el modelo del centro comercial toca a su fin. El crecimiento de estos espacios se ha ralentizado en los últimos años, y tal vez estemos ante un momento de ocaso del sector.

Los españoles que superan los cuarenta años seguro que recuerdan cuando de pequeños iban con sus padres de excursión al centro comercial el fin de semana. Estos espacios solían estar dentro de las ciudades (La Vaguada o Jumbo, por ejemplo, eran referencias en Madrid), o en la periferia y giraban en torno al hipermercado.

Los más sofisticados tenían cine o bolera. La inauguración de un centro comercial era una fiesta en el barrio. Todo cerca, a mano, sin necesidad de hacer el recorrido por mil tiendas de barrio, tiendas vejas, «ultramarinos» sucios, destartalados. La modernidad había llegado. El futuro ya está aquí..

Plan familiar

Las familias iban, fundamentalmente, a hacer la compra. Algunas se pasaban allí el día completo. Recordamos aquellos carritos de compra hasta los topes, el niño subido en la proa del cacharro y los padres felices gastando su paga extra de Navidad orgullosos.

Tras la compra lo típico era ir al bar a tomar unas cañas y un trozo de tarta o sandwich. Después de cargarlo todo y con un pco de suerte, una sesión de cine, a ver «Tiburón» o la «Guerra de las Galaxias».

centro de ocio abandonado

Hoy no queda mucho de aquellos centros de primera generación, pues estos espacios se han convertido en auténticos parques de atracciones donde comprar es lo de menos. El centro comercial ha muerto. Viva el centro de ocio!

En estas superficies, las marcas de moda abren sus mejores tiendas y lo mismo ocurre con los chef con estrella Michelin. Estos espacios ya no son medianos, sino kilométricos; ya no se va a hacer la compra, sino a pasarlo bien. Algunos tienen incluso pistas de esquí o túneles de viento en los que hacer paracaidismo. El hipermercado ya no es el ancla, sino una tienda más dentro de una oferta gigante que incluye desde echadora de cartas hasta despacho de abogados.

Al igual que los adolescentes de la película Malll rats, el ideal para muchos será pasar el día dando vueltas en el centro comercial local.

Los años 90 y sobre todo la década del 2000 fueron los años dorados del centro comercial en España. Si en los 80 se abrieron 20 de estos espacios, en el año 2000 ya había 225. Entre 2000 y 2010 se abrieron 225 centros comerciales, más de siete millones de m2 de SBA (Superficie Bruta Alquilable), frente a los escasos 20 centros con un total de 500.000 m2 construidos hasta 1980. (Fuente Asociación Española de Centros y Espacios Comerciales)

La crisis económica frenó esta expansión. Durante los últimos seis años apenas se ha abierto un millón de m2 de SBA.

En algunos países como USA se están dejando morir los centros comerciales.

Los datos son irrefutables: Sucedió en la penúltima semana de noviembre de 2016, coincidiendo con Thanks Giving y Black Friday, cuando los satélites empezaron a tomar fotos de los aparcamientos de los centros comerciales de Estados Unidos. Las imágenes fueron transferidas a la empresa californiana Orbital Insight,

Orbital Insight ha catalogado un millón de imágenes de aparcamiento, cuatro billones de píxeles y 700 millones de coches a lo largo de seis años. Los recuentos de automóviles observados se actualizan diariamente hora a hora y así generan tendencias a corto y largo plazo.

El 9 de diciembre, JP Morgan Chase, el mayor banco de USA, publicaba un informe titulado Datos de imágenes por satélite indican debilidad en la actividad en los lugares de ventas minoristas en USA. Era la conclusión obtenida tras examinar 284.000 fotografías hechas por satélites capaces de distinguir cualquier cosa de más de 50 centímetros, y comparadas a lo largo de tres años.

¿Qué fotografiaron? Los aparcamientos de los centros comerciales, grandes superficies y tiendas pequeñas (como las de Apple y Zara ) en la Quinta Avenida neoyorquina.

escalera mecánica abandonada

Los resultados: catastróficos. O los estadounidenses habían decidido compartir el coche para ir a comprar, o se habían quedado en casa delante del ordenador o del teléfono móvil comprando en Amazon.

Orbital Insight y JP Morgan revelaban que el número de vehículos aparcados en las tiendas se estaba desplomando.

La caída de los dioses: el adiós a SEARS?

Es difícil hacerse a la idea de lo que significa para EEUU que Sears pueda desaparecer. La Torre Sears fue durante 25 años el edificio más alto del mundo. Era sólo un reflejo más de la que durante tres décadas fue la mayor cadena de grandes superficies del mundo, y que todavía en 1995 era la novena mayor empresa de EEUU.

Su declive -y posible extinción- es sólo la última señal de la transformación del panorama de las ventas al por menor de la primera economía mundial, y, con ellas, de la desaparición de lo que durante casi cinco décadas fue uno de los iconos de la economía y la sociedad estadounidense: el centro comercial.