Terradillos de los TEMPLARIOS

Los sellos en la Credencial del Camino de Santiago son testigos de paso del peregrino por los lugares principales del Camino. Se entiende que en la Credencial, que es un verdadero pasaporte, uno va sellando en todos aquellas hospederías, iglesias, bares, mesones, hoteles, museos, donde pasa. De esta manera se demuestra que uno ha hecho el Camino andando, a caballo o en bicicleta, y se asegura la Compostela al llegar a Santiago.

La Compostela es la acreditación para todos los que han hecho el Camino y se expide al llegar a Santiago después de haber completado un mínimo de 150 km.

Para ello ha de presentar su Credencial, en la cual se podrá comprobar los lugares recorridos y las fechas, dejando así constancia de que el Camino no lo ha hecho en coche o similar.

No es cosa cualquiera presentar una Credencial limpia y lógica ya que mucha gente hace trampas en el recorrido y pretende obtener la preciada Compostela sin cumplir con los mínimos de distancia. Ello se puede comprobar con las fechas.

Virgen del Camino (León)

Los sellos

Son una verdadera riqueza gráfica de formas y colores.

Algunos apelan lógicamente a la grandes catedrales, iglesias y basílicas del Camino. Por supuesto, destacan los sellos de las catedrales de Pamplona, Logroño, Burgos, León, Astorga y naturalmente Santiago.

Catedral de León

Suelen ser sellos grandes, con una simbología episcopal, rotunda y catedralicia.

Los sellos de los museos en el Camino apelan a la riqueza artística que uno puede disfrutar en el Camino Francés, el original.

Los sellos de los refugios u hospitales, hacen referencia a los lugares donde el peregrino puede ir durmiendo y descansando pueblo a pueblo. Algunos son públicos, dependientes de ayuntamientos o Comunidades Autónomas. Otros pertenecen a la Iglesia. Otros finalmente son privados y a cambio de la voluntad o una propina uno puede alojarse.

Prada a tope

Los bares y hospedería también suelen diseñar hermosos sellos con la simbología del Camino: calabazas, bordones, esclavinas, Cruz de Santiago, …

De todos ellos mi favorito es del de Terradillos de los Templarios: un caballero ayuda subiendo a su cabalgadura al amigo o cofrade herido o cansado,

De todo ello hablé en el libro «Aventuras y mixtifiaciones en el Camino de Santiago» editado por la Fundación Tomás Moro en 1999